Tu Entorno, Tu Productividad: ¿Estás Aprovechando al Máximo Tu Espacio de Trabajo?
El entorno de trabajo adecuado puede ser la clave para desbloquear tu máxima productividad. Descubre cómo diferentes espacios y configuraciones pueden transformar tu rendimiento y ayudarte a alcanzar tus metas.

Soy un convencido de que el espacio que te rodea al momento de trabajar determina en gran medida la calidad del trabajo que haces. Cuando empecé a analizar mis patrones de trabajo en los últimos años, descubrí varias constantes que me han ayudado a determinar las condiciones óptimas que requiero para trabajar.
Antes de enlistar mis propios parámetros o condiciones, me gustaría que pienses en tus propios gustos o hábitos al momento de trabajar: ¿Ambiente ruidoso o tranquilo? ¿Estar solo o en compañía de otras personas? ¿Utilizas accesorios que te hacen más cómodo el trabajo? ¿Espacios cerrados o abiertos? ¿Te afecta en algo la temperatura a la que trabajas?
Una de las ideas que seguramente vienen a tu mente es: Depende qué tipo de tarea vaya a hacer, cambian las condiciones. Es muy cierto.
Las tareas del día pueden variar en cuanto al nivel de concentración que necesitas, la cantidad de interrupciones que recibes, el estado de ánimo que te domina en cada parte del día, y los factores externos que te “obligan” a trabajar en algún espacio, aún en contra de tu voluntad.
Dicho esto, creo que todos podemos coincidir en que casi todos los días tenemos un bloque de tiempo que podemos controlar, y que nos conviene aprovechar para sacar los resultados más importantes del día. Ya sea una presentación de ventas, el diagrama de flujo de un nuevo proceso, la redacción de un material publicitario, el reporte de gastos, en fin.
Como emprendedor, requieres la habilidad del trabajo profundo (a menudo conocido como flow) y el trabajo multidisciplinario que se comparte con otras personas, interrupciones, movimiento e improvisación. En este artículo quisiera enfocarme más en el primer tipo de trabajo, en el que puedes planear, definir y armar las condiciones óptimas que te darán la atmósfera y las herramientas para tu siguiente gran idea de mejora, o proyecto rentable.

Mi setup según el tipo de tarea que voy a realizar:
Para el trabajo en tareas profundas, de larga duración y/o complejidad, tengo un escritorio con un monitor externo, y un soporte que me permite poner la laptop a la altura del ojo. Utilizo mouse y teclado externos, pongo una libreta a un lado y me sirvo una buena taza de café antes de empezar. Tengo también una bocina externa y un ventilador que me ayudan a estar cómodo y a mi gusto mientras trabajo. Este set de trabajo me permite hacer tareas complejas, ya sean creativas, administrativas o financieras, por la facilidad de tener mucha información a la vista, y una postura erguida. Procuro no responder mensajes, o abrir correos hasta no terminar la tarea, o al menos una porción significativa. Al cabo de 60 o 90 minutos, hago pausa para levantarme, comer algo, o ver algo en el celular que me despeje la mente. Recomiendo esta configuración en las primeras horas del día, pues es cuando más despierto y enfocado vas a estar.
Conforme avanza mi día, es probable que tenga una mayor dependencia o necesidad de colaborar con otros, tomar reuniones, llamadas y coordinar trabajo por vía mensajes. Para este formato de trabajo, elijo un espacio más amplio de la casa u oficina. Aquí la idea es poder estar de pie y caminar si estás al teléfono, o en una mesa más sencilla para colocar solo la computadora y la libreta. Esto me permite combatir el cansancio, cambiando de postura. Mirar hacia un jardín o una ventana me provee de relajación. Convivir con otras personas me refresca el estado de ánimo y me ayuda a delegar, supervisar y afinar el trabajo de otros.

Cuando termina la jornada y he disfrutado un tiempo de mi familia, vida social o ejercicio, dedico un tiempo más a trabajar, pero esta vez en mi lado puramente creativo. Para esto, la opción es elegir un lugar distinto a los que uso comúnmente para mi trabajo regular, e incluso ocupar otra computadora o dispositivo. Busco que sea un dispositivo sin redes sociales o mensajería, y que haya poca luz. Pongo música y coloco mi libreta, pero nada que me recuerde al trabajo. Los accesorios y las condiciones siguen estando a mi gusto, pero son diferentes a las que me esperan en la mañana al día siguiente.
Como puedes ver, esto es básicamente un truco mental, una programación sensorial que incita a mi cerebro a prepararse para las tareas y proyectos que me interesa producir. Puede que todo cambie y que mi día se convierta en un continuo desfile de imprevistos, pero si tengo la dicha de poder elegir, ya sé lo que más me funciona.
Ha llegado el momento de que me compartas, ¿qué te funciona a tí para ser la mejor o el más productivo? Has descubierto algún elemento nuevo en este artículo que te invite a probar una nueva rutina o a conseguir un accesorio? ¡Estaré atento a los comentarios!