Más allá de la pista: Inspiración para emprendedores en la historia de Ayrton Senna

Ayer me sentí inspirado por la historia del piloto brasileño Ayrton Senna. Vi el documental en Netflix y me conecté de inmediato con su relato. Ya había escuchado sobre su grandeza en el mundo de la Fórmula 1 y cómo era considerado por muchos como el mejor piloto de todos los tiempos. Sin embargo, no fue hasta ayer que realmente me sorprendió la historia del gran deportista, filántropo y competidor que fue.
Su historia me inspiró profundamente, ya que muestra cómo una persona puede emprender algo increíblemente peligroso, como conducir un auto a más de 300 km/h, y al mismo tiempo tener plena confianza en su habilidad, fe en un ser supremo, y una entrega total a su pasión. Algunos podrían decir que estaba loco, al llevar su auto a límites para los cuales no estaba diseñado. Otros, que era ingenuo al pensar que jamás le sucedería nada. Al final, todos sabemos cómo terminó su historia, con el trágico accidente en la curva de Tamburello, durante el Gran Premio de San Marino, en Italia, 1994. Sus críticos dirán que su destino estaba marcado.
Lo que veo en su historia es una oportunidad para reflexionar sobre aquellos seres que desafían el status quo. Personas dispuestas a trabajar incansablemente cada día, para que cuando llegue el momento de la competencia, puedan confiar en su capacidad de ir rápido, frenar al último instante y tomar riesgos sin dudar. Individuos implacables con su vocación, que entregan todo... literalmente todo.
No es necesario elegir un deporte extremo para correr riesgos. Basta con abrir una empresa, contratar personas y asumir proyectos. Basta con tomar la decisión de renunciar a un empleo seguro, con la firme convicción de que puedes hacerlo mejor por tu cuenta. O simplemente salir de tu país en busca de mejores oportunidades en un entorno desconocido.
Estoy convencido de que las oportunidades están ahí para quienes las desean con más intensidad y trabajan por ellas. Lo sé y lo siento, pero a veces necesitamos un recordatorio, como el documental de Senna, para tomárnoslo más en serio y acelerar un poco más hacia nuestros sueños.